El servicio de consultoría se inicia con los primeros contactos con el cliente, a partir de los cuales se empieza a vislumbrar un diagnostico preliminar, se detectan las necesidades y se planea un plan de trabajo acordado por ambas partes. Esta fase se cierra con la firma del contrato y/o presupuesto de colaboración.
En la segunda fase, la del diagnóstico, en la agencia de marketing identificamos y analizamos los hechos que tras una síntesis de la información se han detectado, y se procede a un examen detallado del problema o necesidad.
La siguiente fase es planificar las medidas que configurarán las soluciones o acciones a desarrollar. Se comparten métodos y recursos con el cliente para que conjuntamente se elaboren las estrategias a implementar. Una vez acordada las propuestas a llevar a cabo, se planifica el Timing, o calendario de aplicación de las medidas.
La cuarta etapa de la consultoría es la implementación, en algunos casos puede ocurrir que el cliente quiera directamente gestionarla por su propia cuenta, con lo que es un servicio cuya contratación es opcional. A pesar de ello, es recomendable contar con el servicio de la agencia de marketing, ya sea en un rol de coach durante el proceso realizado por el cliente, o bien puede la agencia formar parte ejecutora del mismo. Sea de una forma u otra, la participación de la agencia en la implementación proporciona al cliente, nuevas contribuciones no detectadas en las fases anteriores, propuestas de ajustes y capacitación del equipo de personas de la empresa cliente que participan en la implementación.
Finalmente, la etapa que cierra el proceso, es la fase de seguimiento y evaluación. En esta fase se recopilan y contrastan, tanto la validez como la disponibilidad, de los principales KPI, del inglés Key Performance Indicators, o Indicadores Clave de Desempeño, que miden el nivel de desempeño del plan de acción implementado. La consultoría se cierra con un informe final y puede contener planes de seguimiento futuros.